Para el pequeño Aníbal, de cocinero a cocinero


Para el pequeño Aníbal, de cocinero a cocinero

 

 

Os presento a Aníbal. Tiene poco más de años y ya apunta maneras. Le encanta jugar en la cocina. Y digo yo que la mejor forma de aprender es jugando. Incluso a veces me ayuda.

Foto: Manuel González.

Porque la cocina es tradición. Lo que más se recuerda en la vida son los olores y sabores de la infancia. ¿habré probado platos y productos a los largo de mi carrera profesional? Pues recuerdo como si hubiera sido ayer el serranito que me preparaba mi abuela Carmen cuando el fin de semana me quedaba en su casa (y que conste es que la intención primaria era poder llegar más tarde de estar con los amigos).

Ese filete frito, con el pan impregnado en aceite de oliva de Arahal, pimiento y jamón al punto. Sabía a gloria.

Por eso quiero que los recuerdos de Aníbal lo sitúen en una cocina de la calle Chiclana. En nuestro Restaurante El Pulpejo el trasiego está asegurado. Nuestro equipo está formado por familias y amigos y, como todos saben, esto tiene sus inconvenientes pero también muchas ventajas, siempre te sientes como en casa.

A mi pequeño le gusta andar entre espumaderas, harina, tomates, cebollas, huevos, pimienta, perejil, los aromas del aceite y la hierbabuena, el ruido de las ollas y de las voces al grito de las comandas.

En este blog quedará reflejado parte de su crecimiento en la cocina. Si de mayor quiere ser astronauta o bombero, al menos sabrá cocinar y, sobre todo, estoy seguro de que sabrá en todo momento lo que come.

Para Aníbal, de cocinero a cocinero.

Hay 1 comentario

Add yours